Hay ocasiones en las que me siento fatal, hoy es un día de esos...
Tantas dudas que me acechan.
No me dejan vivir.
Ya no se si creerle a sus palabras o creer en las pruebas que he sentido, visto y leído.
Sólo puedo decir que algo ha cambiado en mí...
Algo está muriendo y no volverá a ser lo que un día fue grande.
Ya nada puedo hacer ante todo esto.
Si no fueron suficientes mis lágrimas y mi eterna y terca esperanza, entonces no hay remedio.
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